«Ya llegó la primavera y con ella el mes de mayo». Esa era la sevillana que el coro interpretaba a su paso por el Ayuntamiento de Sevilla antes de partir a la Aldea. Un Rocío diferente para la hermandad del Salvador, ya que va a acompañada por una de las dos nuevas filiales de este año, el Viso del Alcor.
El Rocío de Sevilla es su madrina, y por tanto, van de la mano hasta las plantas de la Virgen del Rocío. Una hermandad, la del Viso, que será su último año con el Salvador, ya que en 2019, lo hará en solitario, aunque nunca olvidarán los años que han ido juntos por las arenas.
Desde hace años, el Viso del Alcor llevan trabajando la creación de una original carreta y Simpecado. Atrás quedará un recuerdo inolvidable al transitar la hermandad por primera vez con su carreta, por las calles más céntricas de la ciudad de Sevilla.
Qué vaya todo bien, no haya ningún percances para los hermanos de ambas corporaciones, ni los animales, es el objetivo que tiene la hermandad, concienciados de las altas temperaturas que van a padecer durante el camino.
La hermandad continúa saliendo antes para ganar tiempo y evitar cualquier problema de tráfico. La misa de romeros comenzaba a las 7:30 horas en el altar mayor de la Colegial del Salvador, en un montaje que lo aprovechará Pasión para iniciar en la tarde del jueves, el triduo a la Virgen del Voto.
El tránsito por la ciudad, de nuevo era una delicia, ofreciendo imágenes para cualquier pintura, y más si cabe, con dos carretas juntas. Ambos Simpecados salían del templo, una vez finalizada la misa de romeros. Todo el mundo quería inmortalizar el momento, bien por los medios de comunicación o cualquier persona que con su dispositivo móvil no quería dejar pasar ese momento, como también hizo la modelo Laura Sánchez, situada en la plaza del Salvador ataviada de flamenca, tampoco quiso perderse el momento.
La banda despedía a las carretas con pasodobles, la comitiva caminaba por la plaza de San Francisco, donde los operarios trabajan para instalar las portadas del Corpus Christi, lo que ofrece un contraste de dos fiestas muy cercanas. Ahí, hasta que de nuevo las dos carretas volvieron a estar paralelas a la llegada al Andén del Ayuntamiento. El coro interpretó sevillanas, la salve que suena cada jueves en el interior del Salvador. La corporación municipal asistió a despedirlos, incluido el concejal de Podemos que tanto crítica las fiestas y las tradiciones de Sevilla, llegando incluso a sacar su teléfono para inmortalizar el momento.
La comitiva no cesaba en interpretar canciones, cada hermandad en un ambiente distinto, las clásicas canciones y emotivas del Salvador y lo animado que iba el Viso del Alcor. En la plaza Virgen de los Reyes esperaban doce carretas de bueyes y las yuntas de repuesto, que rodean la fuente de la plaza que lleva el nombre de la patrona de Sevilla y la Archidiócesis, con una Giralda en obras en una de sus alas, camino de la Diputación, donde se volvió a rezar la salve. Ambas carretas se unieron de nuevo, mientras que el hermano mayor, Marcos Cañadas, recordaba a otra de las hermandades que continúa con ellos, Antequera.
En el Archivo de Indias iniciaba la despedida, con los turistas perplejos que aguardaban colas en el Alcázar y la abandonaron para acompañar a las carretas. Tomaban imágenes, como la de cualquier sevillano, en una salida histórica.
Sevilla se marcha por el Aljarafe con uno de sus himnos: «Senderos de arenales, que me llevan hacia a ti, Rocío, Blanca Paloma almonteña». Ya camina hacia la Virgen del Rocío, pero antes tomará por Cuatrovitas, el camino de Hinojos y el Caoso.
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