Nada ha impedido hoy una gran mañana de procesión de la Virgen de los Reyes. Ni la indisposición del arzobispo durante la procesión, ni la de uno de los diáconos, ni las nubes, ni siquiera los problemas con la electricidad en el interior de la Catedral, han impedido que hoy sea uno de los días 15 de agosto con mayor participación de público que se recuerdan, favorecido quizá también por las suaves temperaturas. Día en el que el emocionante silencio se ve tan solo interrumpido por los cánticos, marchas y campanas y los aplausos del público al recibir los honores de la compañía del Ejército con banda de Música.
A las cinco y media de la mañana, cuando todavía es difícil cruzarse con algún coche por el Centro de la ciudad, Inma y un grupo de nueve jóvenes caminan hacia la Catedral. Salieron a la una de la madrugada de Sanlúcar la Mayor al encuentro de la patrona de Sevilla y su Archidiócesis. Al cruzar la puerta de Campanillas junto a 150 peregrinos del Grupo Joven de la hermandad de la Soledad de Benacazón, nos encontramos con Manuel Bautista, uno de los diez voluntarios de la Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes que como todos los años ofrecen estampas con la imagen de la Virgen a los peregrinos que llegan al templo.
Un año más, en la capilla de San José, una dotación de cuatro personas de Cruz Roja atiende a los peregrinos que van llegando, principalmente de caídas, mareos, rozaduras y bajadas de tensión. Desde la primera misa se aprecian las colas en los confesionarios e incluso algunos fieles permanecen de pie junto al Mausoleo de Cristóbal Colón debido al gran número de personas allí congregadas. Mientras, en la plaza de la Virgen de los Reyes un grupo de fieles sigue esperando desde toda la noche. Es el caso de Francisco, Mari o Trini, quen pasa la noche allí desde 1975, hace más de 40 años. Los tres reconocen que hace tiempo que no hacía tanto frío como este año. Junto a ellos sentada en una silla está Amalia, que viene de promesa desde Brenes desde hace 15 años, tras superar una enfermedad.
A las 6.16 horas aparece la cruz de guía de la Cruz de Mayo del Grupo Joven de la Agrupación Parroquial «El Olivo» de San José de la Rinconada, que porta Antonio y al que siguen 150 fieles. Antonio Ramírez ayuda a colocar el alba a su hijo Gonzalo en una de las naves, que será, junto al seminarista Ruben Pérez, quienes cantarán las cinco estrofas de la Cantiga de la Virgen en la pontifical tras la procesión. Mientras en la Capilla Real se preparan los laudes. A las 6.55 entra monseñor Asenjo en el templo metropolitano para presidir el ejercicio de laudes junto al auxiliar, vicario y prefecto de liturgia.
Antonio Ramos, presidente saliente de la asociación aprovecha este año para tomar fotografías de la Virgen tras 25 años sin verla en la calle. Fernando Yuste, presidente actual, cumple 56 años el mismo día que participa en la procesión por primera vez como presidente, aunque confiesa que desde los 18 años solo ha dejado de salir un año. Anuncia que el lunes se recaudó en la colecta destinada a la Casa Sacerdotal 4.159, 84 euros, y confiesa que «esto es para vivirlo. Es algo fuera de lo normal. Un ambiente muy bonito y entrañable», afirma.
Monseñor Asenjo tuvo que abandonar la procesión:
La procesión cumple con el horario rigurosamente y comienza a las 7.30. Manuel Martínez es uno de los dos aguadores de la Virgen desde hace cinco años que cogió el puesto de su padre. Junto al resto de la cofradía, siente los agradables 20 grados y las nubes que los acompañan en la mañana de este miércoles de fiesta. Son las 08.00 horas cuando, fiel a la tradición, la Virgen de los Reyes cruza la Puerta de los Palos para recorrer las calles de Sevilla.
En la primera «posá» de la Virgen, a las 8.15 en la esquina con Alemanes, el coro de antiguos alumnos Escolanía de la Virgen de los Reyes dirigida por Francisco José Domínguez Martosinterpreta el «O Sanctissima» de Zubizarreta, en la estacional entrenarán el «Gloria» de Juan Antonio Pedrosa Luque, antiguo alumno de la Escolanía. Todo esto bajo la atenta mirada de un voluminoso número de público que ha acudido en parte gracias a la suave temperatura.
En la segunda «posá», en la esquina con la Avenida de la Constitución, suena «O María Virgo Pia» de Mohr, y ya son las 08.30. Este año el primer rayo de sol en la Punta del Diamante apenas se percibe a causa de las nubes, pero esto no ensombrece la majestuosidad de la talla ni los ánimos de la gran cantidad de devotos que allí aguardan y que han cambiado los abanicos por rebecas y pañuelos.
El teniente de Hermano Mayor, Santiago de León, preside la representación de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, acompañado por Marcelo Maestre y Enrique Lasso de la Vega, conde de Casa Galindo.
Silencio y emoción del público cuando suena «Un día a verla iré», de T.S.M. bajo el magnolio de la Catedral. Un poco antes de la tercera «posá», en torno a las 09.00 horas, el arzobispo monseñor Asenjo se sientió indispuesto y tuvo que abandonar la procesión, sustituyendo su puesto el obispo auxiliar que, junto al vicario y demás autoridades, siguen al paso de la patrona de Sevilla. El ritmo de la procesión no se ve afectada por este incidente y, a las 09.00 horas, comienza a sonar «O Gloriosa Virginum», a la altura de la calle Fray Ceferino González e inmediaciones del Archivo de Indias.
Durante la procesión el sacerdote salesiano Antonio Altarejos reparte bendiciones a los niños que encuentra con un rosario de dedo. Tras el paso se encuentra presidiendo el obispo auxiliar, tras la indisposición del arzobispo, acompañado por el vicario, el subdelegado del Gobierno, la delegada de la Junta de Andalucía, el alcalde, concejales y demás autoridades. Entre ellas, representantes del Poder Judicial, el presidente de la Audiencia Provincial, la presidenta en funciones de la Diputación de Sevilla, el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Terrestre, el general subdirector de Enseñanza del Ejército del Aire, el comandante militar de Sevilla, el delegado de Defensa en Andalucía, el comandante Naval de Sevilla, el coronel Jefe de la Plana Mayor de la IV Zona de la Guardia Civil de andalucía, el jefe provincial de Sevilla, comisario principal de la Policía de Andalucía Occidental, el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, el presidente de la Archicofradía Sacramental del Sagrario, y el presidente de la Asociación de Fieles de Nustra Señora de los Reyes.
Con «Adiós madre querida», última canción que interpreta el coro de antiguos alumnos de la Escolanía, la Virgen da la vuelta para volver a entrar por la Puerta de los Palos a las 9.37 horas con la Marcha Real tras el desfile del Ejército ante la Virgen para rendir honores. Único momento en que se oyen grandes aplausos.
Una vez situado el paso en el Altar del Jubileo, la cuadrilla de costaleros acude al tanatorio de San Jerónimo para despedir a un compañero recientemente fallecido y da comienzo la misa estacional.
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