El Martes Santo de 2019 será especial en el Cerro del Águila. Si los horarios serán un estreno en la jornada, en el barrio la salida del Nazareno de la Humildad en su paso será, probablemente, el mayor estreno en décadas. Normalmente, en la Semana Santa se está acostumbrado a vivir el debut de las imágenes y poco a poco la culminación de los pasos procesionales. Sin embargo, la obra que tallara Juan Manuel Miñarro a principios de este siglo ha madurado en devoción y, casi 15 años después, Francis Verdugo, hermano del Cerro de toda la vida, ha culminado un paso lleno de símbolos para que imagen y andas se estrenen en la Semana Santa de Sevilla.
Tanto imaginero como tallista son hermanos del Cerro desde hace muchos años. De hecho, los dos han sido miembros de junta. Para Miñarro, un escultor contrastado en Andalucía, el estreno del Nazareno de la Humildad en Sevilla es su confirmación, la primera imagen titular en la capital. Un honor que le llega en la madurez de su carrera. El artista ha cumplido el deseo de aquellos hermanos fundacionales de la corporación: «En la década de los ochenta restauré al del Cristo del Desamparo y Abandono y la vida quiso que siguiéramos conectados. De hecho formé parte de la junta y viví el paso a hermandad de penitencia. Desde el principio, la intención era la de buscar un nazareno. En aquel momento yo prometí que el nazareno llegaría a la parroquia»
Miñarro quiso ser fiel a su estilo con la imagen del Señor de la Humildad. «Sabiendo lo difícil que es que una obra cuaje en Sevilla, siempre he admirado al Gran Poder y al Nazareno del Silencio. Quería fundir esa potencia del Señor de San Lorenzo y, por otro lado, la filosofía desafiante del de San Antonio Abad. Ésa era mi idea, pero con pinceladas de nuestra época, y aportando detalles marcados en la Sábana Santa de Turín o el sudario Oviedo. Por ejemplo, el Nazareno de la Humildad tiene el cabello arremolinado a modo de coleta, un edema en el rostro… hay parte de la fisonomía pero no de la proporción del Hombre de la Síndone», comenta.
Después de 15 años de espera «la imagen ha madurado en devoción. El barrio empujó», recuerda el artista, que se siente satisfecho con el proyecto que este Martes Santo verá la luz. «Significa mucho. Se lo dedico a mis abuelos y a mis padres. Uno no puede dejar de sentir el amor por la tierra donde crecí y donde aprendí a amar la Semana Santa», afirma.
Al fin y al cabo, el que será el tercer paso de la hermandad del Cerro aglutina las ideas, los sentimientos y el conocimiento de personas que sienten a la corporación como suya. Este caso se ve perfectamente en Francis Verdugo. El tallista ha ejecutado, desde el boceto hasta la hechura, las andas procesionales del Nazareno de la Humildad.
Un paso símbolo del barrio:
Después de la exposición del paso en el Casino, Verdugo recuerda cómo fue esa primera visión que rondaba en su mente: «Pensaba en hacer algo que estuviera a conectado con la hermandad y su idiosincrasia. Al principio, yo concebía un paso dorado en mis pensamientos íntimos. Ya después capté la idea de la hermandad y aposté por cambiar. No quería perder esta oportunidad», reconoce el tallista.
En lo meramente técnico, «los faroles imitan a los del palio, los respiraderos al primer paso de misterio que ahora está en el Descendimiento de Huelva y que gustaban mucho en la hermandad. Por ejemplo, hay detalles como las tres cabezas de águila que es un guiño al barrio. En definitiva, siempre tuve claro que quería que el paso tuviera un efecto peana para que la protagonista fuera la imagen. Las cosas no están puestas porque sí. Todo está pensado al milímetro. Desde las cartelas que versan sobre la advocación de la Humildad, hasta los atlantes que portan la luz», asegura.
En sus palabras se palpa el sentimiento hacia la hermandad: «Estoy satisfecho al mil por cien y más después de ver el resultado. No soy egoísta, pero en este sentido, al primero que tiene que gustar la obra es a ti mismo. He superado con creces mis expectativas. Lo que yo hago no crea devoción, crea admiración. Por eso yo siempre he tenido en mente poner en valor el trabajo del escultor», indica.
El Martes Santo de 2019 será el día en el que el Cerro verá realizado un proyecto que siempre estuvo presente en los primeros pasos de la hermandad: «Nunca ha habido ningún problema, ni ningún momento de duda», recuerda Miñarro. Tanto él como Francis Verdugo verán el próximo 7 de abril, día de la subida del Nazareno de la Humildad al paso, un sueño hecho realidad.
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